Abandonamos el cementerio cuando me tienden la foto. Ya lo dijo Bécquer: "Dios mío, qué solos se quedan los muertos". Aunque en este caso no es así. Jane no está sola hoy. Toda Málaga se ha reunido para inaugurar su nueva tumba y para rendirle homenaje. En el cementerio de los naranjos estaban Jorge Herralde y Lali Guvern, la traductora de la novela de Jane que cambió mi vida, "Dos damas muy serias", y Vicente Molina Foix a punto de estrenar película con Marisa Paredes, que ha leído los textos de Jane Bowles, y Juan Cruz contándonos anécdotas de "El cielo protector". Paul Bowles dejó sola a Jane en Málaga pero el escritor y gestor cultural Alfredo Taján, Director del Instituto Municipal del Libro, la ha recuperado para la ciudad con un magnifico congreso. Toda la tragedia de Jane está en la foto que me tiende Pepe Carleton, el único superviviente que mira a la cámara con sus ojos azules. El es el único de la foto que está con nosotros, los demás están más allá. Truman Capote, que llamó a su amiga "Cabeza de gardenia", adopta su mismo gesto con la pierna para que no se note que ella es coja desde niña, Capote será el gran defensor de Jane, pero morirá, como ella demasiado pronto. Y Jane está tratando de atraer la atención de Paul como hará toda su vida y durante su larga agonía en Málaga.
Y nosotros, como Emilio Vaz de Soto, les contemplamos en silencio durante toda la eternidad que ya han perdido.
1 comment:
Estupendo articulo, la historia de una foto y la foto de una historia
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