EL MUNDO ES UN LIBRO QUE AÚN NO HEMOS LEÍDO

MI LIBERTAD NO TIENE PRECIO: TIENE TU NOMBRE

POETA ES AQUEL QUE SE COMPORTA IGUAL ANTE UN REY QUE ANTE UN MENDIGO

TODO ES LITERATURA; DEPENDE DE COMO TE LO CUENTEN

LA MENTE ES COMO UN PARACAIDAS, SÓLO SIRVE SI SE ABRE

Thursday 16 September 2010

Viento del este: Ismaïl Kadaré


Resucitar a los muertos, como hace Kadaré, es la verdadera función de la literatura.

Hace más de veinte años en Gijón Daniel Moyano me regaló un libro de Ismaíl Kadaré. Ya entonces se hablaba de este albano elogiado por John Updike en el New Yorker por la poesía y el aliento certero de su estilo.

Kadaré escribía sobre un pasado que vuelve al presente y lo secuestra, lo conquista o lo libera según el humor de sus distintas obras.

En aquel momento Kadaré acababa de publicar ‘El palacio de los sueños’, novela transitada de fino humor que no hizo reir a la dictadura albana. Inmediatamente fue prohibida por las autoridades militares, pero este revés político no impidió que el año siguiente el presidente de la Liga Albana de Escritores lo acusara de eludir deliberadamente las opiniones políticas para hacer una literatura fácil basada en el folclore y las tradiciones.

Todo ello acabó siendo un regalo para los lectores de Occidente: Kadaré emigró a Francia y engrosó las poco nutridas filas de los escritores que han logrado escribir y triunfar en un idioma que no era el suyo. Esa pequeña milicia cuyo comandante es Conrad y una de sus figuras cumbres mi admirada Karen Blixen. En Francia escribió ‘La pirámide’ y ‘El concierto’ y volvió a hablar de los muertos del pasado para resucitar a los muertos del presente.

Porque al fin y al cabo resucitar a los muertos es la verdadera función de la literatura, la única ciencia que convierte en futuro las fosas comunes.

Publicado originalmente en la web de los Premios Principe de Asturias.

2 comments:

Unknown said...

Hola, Eugenia:
Soy Magda Bandera. Necesito contactar contigo. Mi teléfono es el de siempre y mi mail, el de la web. Siento contactar así contigo, pero es que no tengo otro modo.
Un beso

Eusebio said...

Palabras certeras para Kadaré y Conrad, y preciosas para Karen Blixen.

Un beso